viernes, 6 de noviembre de 2020

VIERNES 6 DE NOVIEMBRE DE 2020

 

4º TALLER DE LECTURA 

Cuento de Graciela Montes
Ilustraciones de Helena Homs

"Sapo Verde"

Publicado originalmente en la colección Los cuentos del Chiribitil del Centro Editor de América Latina (Buenos Aires, 1978). Actualmente agotado. Reproducido en Imaginaria con autorización de la autora.

leemos la 2º parte del cuento "Sapo verde"

Antes de empezar vamos a recordar lo que leímos el viernes pasado...

¿Qué le pasaba a Humberto?

¿Por qué estaba triste?

¿Qué idea tuvo?

¿A quién le fue a comprar colores?

¿Para qué los quería?

Si no te acordás podés volver a leer la 1º parte del cuento...


...Y Humberto se llevó el azul, el amarillo, el colorado, el fucsia y el anaranjado. El verde no, porque ¿para qué puede querer más verde un sapo verde?



En cuanto llegó al charco se sacó la boina, se preparó un pincel con pastos secos y empezó: una pata azul, la otra anaranjada, una mancha amarilla en la cabeza, una estrellita colorada en el lomo, el buche fucsia. Cada tanto se echaba una ojeadita en el espejo del charco.


Cuando terminó tenía más colorinches que la más pintona de las mariposas. Y entonces sí que se puso contento el sapo Humberto: no le quedaba ni un cachito de verde. ¡Igualito a las mariposas!





Tan alegre estaba y tanto saltó que las mariposas del Jazmín lo vieron y se vinieron en bandada para el charco.
— Más que refeo. ¡Refeísimo! —dijo una de pintitas azules, tapándose los ojos con las patas.
— ¡Feón! ¡Contrafeo al resto! —terminó otra, sacudiendo las antenas con las carcajadas.
— Además de sapo, y feo, mal vestido —dijo una de negro, muy elegante.
— Lo único que falta es que quiera volar —se burló otra desde el aire.



¡Pobre Humberto! Y él que estaba tan contento con su corbatita fucsia.
Tanta vergüenza sintió que se tiró al charco para esconderse, y se quedó un rato largo en el fondo, mirando cómo el agua le borraba los colores.
Cuando salió todo verde, como siempre, todavía estaban las mariposas riéndose como locas.
— ¡Sa-po verde! ¡Sa-po verde!
La que no se le paraba en la cabeza le hacía cosquillas en las patas.



Pero en eso pasó una calandria, una calandria lindísima, linda con ganas, tan requetelinda, que las mariposas se callaron para mirarla revolotear entre los yuyos.

Al ver el charco bajó para tomar un poco de agua y peinarse las plumas con el pico, y lo vio a Humberto en la orilla, verde, tristón y solo. Entonces dijo en voz bien alta:
— ¡Qué sapo tan buen mozo! ¡Y qué bien le sienta el verde!


Humberto le dio las gracias con su sonrisa gigante de sapo y las mariposas del Jazmín perdieron los colores de pura vergüenza, y así anduvieron, caiduchas y transparentes, todo el verano.

...y colorín colorado este cuento se ha terminado 😉



...Te propongo que después de volver a leerlo, converses en familia...
¿Qué mensaje nos deja este cuento?, ¿está bien burlarse de alguien?, ¿cómo nos ponemos cuando se burlan o hablan mal de nosotros?...
 Es muy bueno que lo pensemos y que podamos parecernos cada vez más a la calandria, que supo usar palabras amables y cariñosas que hicieron sentir bien a Humberto y lo pusieron muy feliz...

  • Luego dibujá la parte del cuento que más te gustó, y escribí por qué lo elegiste.  







¡¡QUÉ HERMOSOS TRABAJOS!!
 ¡¡FELICITACIONES!! 😍

Y nos despedimos por hoy...pero nos volvemos a encontrar el lunes...te espero y te mando un gran abrazo...
😊💗💞


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